En la semana en que George Martin(el verdadero quinto Beatle) e hijo publican su nuevo acercamiento a los Beatles, que es más de lo mismo para los de siempre, pero una delicia para aquellos que oímos mejor que nunca la voz de Lennon en tal canción, el grito desgarrador de Paul en otra, su bajo omnipotente(y presente), los riffs de Harrison y una batería de Starr que se eleva y eleva…para aquellos que nos emocionamos cuando sentimos un violín de una canción en otra, una distorsión de otra en una…, para aquellos que disfrutamos de esa hora y media llamada Love…
En la semana en que Calamaro ha vuelto, con la colaboración a las voces, a los instrumentos, en la composición y en la producción de Litto Nebbia, Un Calamaro que vuelve, en parte, al melódico del Alta Suciedad, alejado de la verborrea maravillosa, pero cercano a la maestría que siempre abraza…
En la semana en que por fín se publica en castellano el Kafka en la Orilla de Murakami…
O sea, hoy, ha muerto Robert Altman. Y lo ha hecho siendo director de cine, como seguro, intuyo, que querría. Un director irregular (borremos popeyes, cookies y Geres…), pero que deja una obra maestra( así, sin exageraciones), llamada Vidas Cruzadas (cuánto le debe Paul Thomas Anderson, lo mejor que ha parido el cine USA en los últimos 10 años junto a Tarantino y los Coen, por ejemplo) y un retrato que escocería a más de un actor, productor o director llamado El Juego De Hollywood. ¿ El resto?…Hay de todo, algunas sobrevaloradas, otras recomendables (Kansas City, Gosford PArk). Pero si se le recordará por algo, será, o sino al tiempo ( se cansarán los telediarios en decir eso en el injusto minuto que le dedicarán) por ser un director ajeno, casi siempre, a las reglas más alimenticias de Hollywood y por hacer del cine coral, del cine donde cada personaje tiene algo que decir, cada historia algo que le iguala a la siguiente, algo accesible a todos. O casi todos.
Ah! Ficción, de Cesc Gay, 8 sobre 10.