1- Todos los genios tienen distintas épocas. Basta recordar a Picasso, los Beatles o Camela. Y Woody Allen, si hablamos de cine, no se queda atrás. Podemos hablar de sus frenéticos comienzos, de sus comedias agrias y ácidas, de sus dramas existenciales…Y desde ahora, de la trilogía sobre la ambición…¿Allen rodando trilogías, cual Peter Jackson?
2- Allen ya había tratado anteriormente el tema de la ambición, el crimen y la culpa(En Delitos y Faltas o, en su vertiente cómica, en Misterioso asesinato en Manhattan). Pero aquello parecía un aviso de lo que vendría ahora. Desde Match Point, pasando por Scoop y acabando en El Sueño de Cassandra, el genio de Nueva York se empapa de influencias que muestra a las claras, con las cartas boca arriba, sin trampas: Dostoyevski, Shakespeare y Patricia Highsmith, principalmente.En El sueño de Cassandra toma elemento de sus dos películas anteriores, aunque parece más marcada por Match Point que por Scoop, de la que sólo toma, que no es poco, la importancia del barco y el mar donde navega.
3- Como he dicho antes, El sueño de Cassandra trata de la ambición. De la ambición desmedida por el dinero (En Match Point era ambición social, en Scoop ambición periodística), que lleva a dos hermanos ingleses más*(Muy bien Colin Farrell, demostrando que con un buen director, puede dar cosas más allá de su planicie habitual) a acometer una empresa nunca pensada. Una empresa que les persiguirá de por vida…Es decir, lo que parece decir Allen es que detrás de todo deseo desmedido hay una culpa incurable.
4- Y como quizás Woody Allen no quiere pecar de esa ambición exagerada, decide seguir haciendo una película por año, pero siendo consciente de que es imposible mantener el ritmo maestro de hace unas décadas, donde rozaba el cielo cada vez que rodaba. Parece saber, digo, que sólo puede sentirse vivo trabajando(cuando no está escribiendo guiones, los rueda). Parece saber que sus maravillosas Annie Hall o Manhattan no pueden repetirse porque sus circunstancias sentimentales, su fuerza y su ciudad no son las mismas. Quién sabe si esa es la razón ( y no la que esgrime en entrevistas) por la que últimamente ha preferido rodar en Londres, buscando nuevas fuentes y ambientes que en Nueva York no existen o que él no quiere verlos.
5- Dicho todo esto, queda claro que El Sueño de Cassandra no pasará a la historia como una de sus cinco mejores películas, pero sí ha de decirse que sería una obra importante de cualquier otro, pero claro,a Allen hemos de exigirle. No hay apenas rastro de su humor, de sus diálogos de Nóbel, pero algo nos dice que está ahí, tras la cámara: algunas conversaciones fuera de plano y esa escena circular bajo el lluvioso parque que merece por si sola el pago de la entrada de la película. Una película más profunda de lo que aparenta ser y más duradera de lo que muchos dicen.
P.D: Choca ver los legendarios títulos(sencillas letras blancas sobre fondo negro) sin el jazz que impregna su obra y su vida. Choca. Choca ver a Philip Glass en una película de Woody Allen. Choca. Pero no desagrada.
*- Cosa poco habitual en Woody Allen: es esta una película "de hombres". Las mujeres son simples comparsas en la trama. Sorprende viendo sus últimas películas(o todas, si nos paramos a pensar)