Archive for diciembre 2008
MÁS PARA CAMBIAR DE AÑO
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 31 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Y mañana todo igual, con un nueve y poco nuevo.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 31 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Cuando la noche ladra.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 27 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Eclipsando el eclipse.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 23 diciembre, 2008| Leave a Comment »
A lomos de una melodía.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 22 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Sonidos diversos para un Diciembre sin versos.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 19 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Yo La Tengo – My Little Corner of the World
Nacho Vegas- Crujidos
Entre genios anda el juego.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 18 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Territorio Wong Kar- Wai
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 16 diciembre, 2008| 2 Comments »
En la canción que abre y cierra My Blueberry Nights, Norah Jones, protagonista e hilo conductor de la película, dice que esta historia ya ha sido contada antes. Es cierto, pero quien la cuenta instala la diferencia en quien la ve, lee o escucha. Es esta una historia de amor; es decir, de soledades. La historia del cine está llena de crónicas románticas. Basta echar un vistazo a Douglas Sirk, a Chaplin o a Truffaut para ver que cualquier época pone su foco en el amor, un lugar común con distintos dueños. Wong Kar Wai se sitúa, desde hace años, en un territorio ya reconocible, donde la forma modifica el fondo. En el montaje de lo rodado se alojan los latidos de los personajes. No parece un mero capricho su ritmo variable: sus imágenes en cámara lenta no son tan lentas como las de otros. Sus imágenes aceleradas parecen sacadas de sueños, no de un mando a distancia. Tampoco son caprichosos su planos saturados y su perspectiva narrativa, que ya es marca de la casa.(En la puesta en escena, ya se sabe, está el ojo y la ideología de director). Como marcas de la casa son su preferencia por el rojo y el verde, su predilección por algunos objetos como símbolo perfecto, el uso de cartas y no e-mails como forma de comunicarse, los trenes frenéticos a los que no todos se suben porque hay quien prefiere el camino más largo, y sobre todo el mundo visto a través de los escaparates, atravesando las luces de neón, la lluvía o lo que se interponga. Si uno se pusiera poético diría que en el cine de Wong Kar Wai hay muchos personajes que parecen vivir en peceras, encerrados en cristal. O que el mundo, todo él, es también de cristal. De ahí su fragilidad.
Son frágiles también los personajes de esta película. Como los de toda su filmografía. Son personas rotas hace poco o al borde de resquebrajarse. Algunas lucen máscaras de ínfima calidad, por lo que es fácil ver la verdad tras ellas. Son personas que aparecen y desaparecen en la vida de Elizabeth, o Beth, o Lizzy…nombres distintos para una misma mujer que crece a cada paso. Una mujer que, por cierto, viene de un cortometraje que debía formar parte de Deseando Amar, pero que se quedó en el tintero hasta ahora. Elizabeth va de Nueva York a cualquier lado. Huye de la mejor manera posible. Sin saber dónde irá mañana, pero consciente de que la vida es un círculo.
Así que estamos ante una película de huidas, fisicas o no.Una cinta que parece querer mostrar al público estadounidense un resumen de lo hecho por él hasta ahora. Una película que pasa de Nueva York a Memphis y de allí a Nevada y Las Vegas. Y en todas ellas, otra huella del creador asiático: bares junto a carreteras; es decir, zoos abiertos para quien se atreva a ver. Es en sus barras y en sus mesas donde ocurre lo mejor de la película. Los mejores diálogos, los mejores silencios, la raiz de todos los males, el nacimiento de muchas confidencias y el placer de grandes actuaciones. Norah Jones cumple, que no es poco, pero es dificil superar la angustía de David Strathairn (el mejor de la película),la falsa dureza de Rachel Weisz ( andando como la mejor Marilyn), el encanto de Jude Law, al que le basta poco para convencer y a Natalie Portman, esa actriz que desde niña lleva enamorando a la cámara haga lo que haga: comer, llorar o jugar una cara partida de póker. Si ella está en la pantalla, da igual que al fondo se esté derrumbando La Torre Eiffel: nuestros ojos serán para ella. Lástima- y aquí el gran pero de My Blueberry Nights– que no todos los personajes estén dibujados con el mismo éxito. Es este elemento el que aleja esta película, en algunos momentos, de la emoción que desprende Chungking Express ( prima-hermana de esta película en su tramo inicial), Deseando Amar o Días Salvajes. Eso y la añoranza de Tony Leung…
Sin embargo, el talento y la buena mano en la cámara y en los diálogos (algunos para recordar) ni se acercan al desastre, dejando en un listón muy alto esta crónica de amores rotos, lejanos y recuperados a base de piezas de Norah Jones, gran música soul de Otis Redding, toques de Ry Cooder (por algo es una road-movie), de Gustavo Santaolalla ( Brokeback Mountain), una versión de Neil Young ( Qué casualidad, S.Midori, Santaolalla y Neil Young)y otra del tema principal de Deseando Amar, pero en clave de jazz. Y son estas claves, estas llaves, las que abren la puerta de la película con tristeza y la cierran con un beso con sabor a arándanos nada empalagoso. Porque las llaves no deben perderse jamás…
Y el toque Santaolalla.( Por cierto, acabo de enterarme que se inspiró en Blackbird, de Paul, para el tema principal de BroKeback Mountain…)
Palabras, palabras, palabras…
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 6 diciembre, 2008| Leave a Comment »
" Vivimos igual que soñamos: solos"
Joseph Conrad, Corazón en las tinieblas.
Las llagas de un cielo agnóstico
acarician los besos de alcantarilla.
Las nubes de un preso sin cárcel
duermen la noche en las venas del frío.
Y en el arrabal de las heridas ciegas
se cierra el alma de un loco
cabalgando entre olvidos,nidos rotos
y paredes rasgadas
por un filo de luz.
——————————————————-
Tanto tardas en bajar que poco tardo en largarme. Ahí te quedas. Que te cuide la certidumbre de tu espejo mudo, que yo saltaré al primer infierno que me acoja. Desnudaré tantos vasos como lunas guiñen y vomitaré seis veces. Seis veces desearé que sufras.
Llamaré a quien no conozco para enmarcarme en otras voces. Y juraré haber sido humo garabateando en flequillos. Y habré oído, en algún labio, el piano de One of us must know. Creeré estar en la fiesta de Ocho y Medio. y cruzaré el puente que no existe porque tú lo paseaste y cuando encuentre el silencio volveré al refugio y soñaré con romper tu yo de tu espejo y arrastrar tus trozos hasta otro día. Y alguien, avergonzado, dirá que eso es amor.
|
Somos mentira.
Un beso robado en la esquina del odio.
Mentira.
Sonrisa elevada y llorando entre el viento,
palabras que abrazan el filo del tiempo,
hiriendo el silencio y sangrando el olvido.
Mentira que arropa los pasos enfermos
de cuerpos tan nuestros que no son de nadie.
Mentira que vuela sin alas.
Mentira que baila sin sonrojo.
Mentira que crece sin canas, con brillo.
Mentira que nace tan muerta que mata a su padre.
Mentira que acaba los versos que son sólo mentira.
——————————————————————-
Estoy seguro.
Existir es esto.
Besar hoy lo que ayer soñé,
abrazar lo que creí intocable.
Existir
es
arrancarte una sonrisa que es sólo mía
porque sólo es tuya.
—————————————————————
Yo también temblé en el Club Silencio,
también deambulé sin saber quien era, quien soy.
También me arrastré hasta el bar de la esquina
donde pedí lo de siempre, me dieron lo de nunca
y tras tres tragos largos de rencor,
dejé el hielo y mi cordura en la barra de madera.
Salí de allí para entrar en mi quinto hogar de la noche,
un portal en blanco y negro donde dormí respirando ruina y soñando un sol.
——————————————————————-
Se esconde el mimo sin gestos ni genio.
Es entonces cuando habla
frente a la platea vacía
– que es un espejo-,
con la barba de dos días heridos
y las lágrimas mudas
que aplauden su cobardía cuando
abre la boca y dice:
En el fondo eres maravilloso.
Guerra viva
Tierra húmeda bajo las huellas de un paso firme y honrado.
Tierra húmeda que traga esas huellas.
Puerta, ¡tiembla! tras el sueño desbancado de un renglón abarrotado
-y quemado-
de verdades como cruces, hoces, rosarios y martillazos
que cuelgan de Fe, de Sangre y Olvido.
Luz inmóvil sobre el rostro oscurecido de mil pueblos perdidos.
Libro abierto,
cerrado,
abierto,
mentido.
La historia la hará quien quiera,
pero será de quien la muerda, intente matarla, pero muera.
Mano izquierda, mano derecha, manos las dos
llenas de histeria, mentira y mierda.
—————————————————–
Un fin en Septiembre norteamericano
Mi futuro reciente en la ciudad que nunca duerme,
tras un ajeno y último rezo,
escondido entre cristales,
ardiendo entre hormigón,
llantos y ruidos que no oiré
y otros futuros hechos humo,
enterrados en el cementerio de la CNN.
Mi pasado reciente
en un diario interrumpido,
en una llamada rendida,
en la celda de tus labios o en tu calle,
en las alas cortas que desplegué a solas,
en un paso enfadado en una tarde sin tí,
en una risa encontrada en una noche contigo.
En un bocado caliente y un trago con ellos,
En una entrada de cine que jamás enseñé,
en una frase terrorífica de Conrad,
en tres acordes rasgados de Nobody Girl.
Mi pasado reciente en mi pasado remoto.
En tu pasado,
en tu futuro reciente,
esclavo de llantos,
libre de fuegos y cristales quebrados conmigo.
—————————————————————-
A esta mañana le hace falta
un buen ataque.
Y esta mirada aún va sufriendo
un par de achaques.
La relación no necesita un estribillo
Y estas palabras van pidiéndome más brillo.
A media asta se vistieron las propinas
que regalaste con las manos en mis ruinas.
No hay en la lluvia
ninguna señal concreta
ni en el silencio tu carcajada perfecta.
A este "poema" le hace falta un buen piano
Y a este final un coro norteamericano:
Un blues huraño que responda de costado
a las preguntas de este corazón helado.
A veces
no hay mejor poema
que tres puntos suspendidos
en el aire de un recuerdo amargo y cobarde.
…
A veces
no hay mejor novela
que un punto seguido
de un silencio imborrable.
Es un bosque. ¿No hueles la resina que te rodea? ¿No ves los rayos de sol que vencen las copas de los árboles para posarse en tu rostro?¿No oyes el crujido de las hojas pisadas, destrozadas por tus pies miedosos? ¿No tiemblan tus manos dentro de tus bolsillos?¿No lloran tus ojos cerrados ni se hiela tu aliento entreabierto? ¿No suda tu frente a pesar del frío? ¿No sientes la quinta de Mahler en tus entrañas?¿Y este acero? ¿No sabes que estás muerto?.
Es un bosque.
—————————————-
Metí mi mano en tu bolsillo.
No me encontré
y lloré.
———————————————————
Me sentaré en el regazo de esta tarde,
esperaré a que tus manos me digan que sí,
me fumaré los minutos que drogan mi espera.
Llegará la noche,
pondré otra vez el Fin.
Palabras, palabras, palabras…
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 6 diciembre, 2008| Leave a Comment »
Pon título a estas líneas negras
Pon voz a estos versos mudos
Pon cara a esta espalda eterna
Pon libertad a estos nudos
Ponme un márgen sin sangría
Ponme dos whiskys sin cielo,
un futuro de aquel día
y un final a este principio
de otra llamita de hielo.
—————————————–
Grita la puerta de quien no ve más que todo, inyectando el neón de otros días en los orificios más grises del pensamiento.
Carcajea la piel de la lágrima que recorre el rostro asfaltado de la tarde que me inventé y que ahora rompo con los ojos cerrados.
Callan los versos esquivos del payaso del sombrero vacío.
Vive el desliz, el susurro, el olvido, la muchedumbre, la soledad, el orgullo, tus pisadas, mis huellas.
—————————————–
Tus ojos tienen más interrogantes que la boca abierta de un niño.
Yo tengo menos respuestas que esa pared en blanco que no dejas de mirar:
sin parpadear, sin dejar de llorar.
Arrodillada sin dios.
Quiero y no puedo arrancarte esa caja de tus manos.
Quiero y no puedo lanzarla más allá de tu destino.
Sólo quiero que su música se aleje tanto de tí que deje de ser, algún día, en algún mundo,
lo más bello que has tenido.
———————————————-
?Las ves? |
——————————————–
Esas cosas bonitas
que devoran tus ojos,
que recorren tus pasos,
que se olvidan de pronto
y las recuerdas tan tarde
que la luna bosteza,
que hasta yo, que te abrazo,
ya me duermo en tu pecho,
que hasta tú, en mi regazo,
sólo miras el techo
que
no
cae
rá…
por esas cosas bonitas, que tiemblan,
que vuelan a ras de tus sueños más bestias
que se hunden de lleno en tus sucios presagios
que pintan de verde el grisaceo paisaje
que miran tus pasos
que andan tus ojos
que saben que el cielo,
que saben que el reino,
que saben que el tiempo,
que saben que nadie,
que saben que el techo que cuida tu lecho
no
cae
rá…