Pareces una canción de amor
pero tus ojos te delatan
y desnudan las estrofas,
desnudan las mentiras de esos acordes de tu década preferida.
Sabes que tengo razón.
Pareces una perfecta canción de amor
pero el fracaso te desafina
y nadie tararea el estribillo,
nadie pide un bis cuando se apagan las luces.
Ahora que se fueron todos
mírate en el río como te mira la luna.
Desengáñate
y vuelve a la ciudad
siguiendo el surco de los miedos.
Pareces. Pareces.
Pero los puñales no acarician tu macilenta piel,
las pesadillas no acaban cuando despiertas,
el escalón engañoso produce esguinces,
el sol de las cuatro te quema las ganas,
el licor de las seis vomita tempestades.
Los abrazos del oso quieren estrangularte
y los besos secretos, ahogarte en prime time.
Todo es de verdad menos tú.
Las bicicletas no tienen frenos
y las noches quieren sangre.
Tranquilo:
Los maniquíes no se hacen heridas
y esto es sólo una canción de amor.
C.D.G