El último suspiro
no cabe en nuestro cielo,
pero cabe bajo tu almohada.
Guárdalo como un diente,
espera el regalo al despertar.
Y sonríe como un arcoiris al revés,
no llores la amargura que no merece
mi último suspiro.
El último delito
no cabe en ningún juicio,
pero cabe bajo tu frente.
Guárdalo como un recuerdo,
espera el veredicto al pensar.
Y sonríe como tu canción preferida,
no llores la rabia que no merece
mi último delito.
El primer paso
cabe en toda tu vida.
No lo guardes,
no dejes de darlo hasta que
se fundan tus pies con el camino
y el camino con todo lo demás.
Todo lo demás eres
tú.
C.D.G
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