Cuando quería verse, se asomaba a la ventana.
Fotografía de Kim Manresa.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 30 junio, 2011| Leave a Comment »
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 27 junio, 2011| 8 Comments »
A veces, sólo a veces, las cosas son lo que parecen. Fijamos la vista en un sitio, diseccionamos cada centímetro de la imagen, pasamos una tarde perdiéndonos en el brillo, en el color, en la forma, en lo que se esconde, en lo que se muestra, en el punto de vista del fotógrafo, en el encuadre. Nos convertimos en cirujanos. Nuestro bisturí son los ojos y lo que hemos vivido. Y lo confirmamos: a veces las cosas son lo que parecen.
Ese río es el Támesis.
Ese barquito tiene encanto.
Ese sol reflejado en el río da ganas de acariciarlo.
Esos tejados, con sus chimeneas, del fondo, sólo pueden ser ingleses.
A veces las cosas son lo que parecen. Hasta que el cadáver de un genio del siglo XX, llamémosle Hitchcock, navega rumbo a nuestra inquietud, por ejemplo.
—–
C.D.G.
——
Enlaces para acabar un mes o empezar algún suspiro, alguna guerra, algunos macarrones con queso.
http://www.youtube.com/watch?v=-sg1XE0cldg&feature=player_embedded
http://www.youtube.com/watch?v=lEdMdSdjMJM&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=KGaGxHVqTMM
http://www.youtube.com/watch?v=UtZq0Y3JMXQ
http://www.youtube.com/watch?v=XewO1DB96To&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=EDT4t98cWNk&feature=related
http://www.youtube.com/watch?v=h8tuTSi6Sck
http://www.youtube.com/watch?v=T7PsCKJ5V0o
http://www.youtube.com/watch?v=Sq07EaPsH5s
Finalista Cuenta 140, con el tema La Acampada:
Cuando le preguntaron por qué acampaba, respondió que buscaba en la tienda una idea que no encontraba en el resto del mundo.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 25 junio, 2011| Leave a Comment »
Foto de Friedlander.
—
Me despertó con un puñetazo en mi barriga. Grité, me cagué en su cuadro de Hopper, me quité las legañas y le dejé hablar, que estaba sudando y nervioso.
-¿Qué tiene que ver lo que vemos en la calle con lo que vemos en sueños?
Me cagué en sus postales amarillentas, le pedí que se fuera y cuando lo logré, me dormí. Y soñando contesté a su pregunta. Luego empecé a mover paredes y a apagar soles con sólo desearlo. Por no hablar del zumo de asfalto que bebí en una cama de hotel sin recepción.
Jamás una pesadilla me dejó de tan buen humor.
Al despertar, él ya no me hizo más preguntas. Pero Hopper pinta todos los días postales antiguas apoyado en mi balcón y Bernardo Soares trata de arreglar el grifo de la cocina preguntándose: ¿ Qué tengo yo que ver con la vida ?
C.D.G
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 24 junio, 2011| Leave a Comment »
Lee Friedlander(1968)
—
Mi teléfono sobre el periódico. No sé si vibra porque me llamas o porque quiere que lo aleje de las entintadas miserias del mundo.
Mis dedos sobre el teclado. No sé si suenan porque escriben o porque quieren tocar un piano.
Mis ojos sobre lo que soñé. No sé si lloran porque sufrieron o porque quieren encharcar el teclado, el teléfono y acabar con este texto de una vez.
—-
C.D.G
Escrita por Elvis Costello y Paul McCartney:
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 20 junio, 2011| 2 Comments »
Cosmópolis, de Don DeLillo. O una ciudad a punto de cualquier cosa y llena de ratas. Tú, yo, el aire que respiramos. Todos ratas. Desde el verso de Herbert que abre el libro- la rata deviene moneda de curso legal– hasta el último rincón de gomina de Eric Parker.
Todos le daríamos una patada en el alma a Eric Parker. Pero muchos querrían ser él. Parker no ha llegado a los treinta años, pero es multimillonario, tiene un tiburón en su pisito de Manhattan, tiene una limusina con suelo de mármol y más pantallas que un multicine. Esa es su vida: pantallas con los terremotos de la Bolsa. Eso le hizo rico. Eso, quizás, le vació, le apartó de nuestro mundo, o nos alejó a nosotros el suyo. El lujo de Eric es tan exagerado, tan burdo, que pierde su valor. Su tontería es tan suprema que merece una corona en su cabeza. La misma cabeza que necesita un corte de pelo en el otro lado de la ciudad. Tiene un médico que le revisa la carrocería corporal todos los días, tiene una asesora, tiene varios guardaespaldas, tiene todo y ama los espacios en blanco. Tiene todo pero para cortarse el pelo (sabremos que en ese corte de pelo ansiado hay algo más que tijeras: hay un mordisco al mundo real) necesita cruzar la ciudad el día en el que ahí está el Presidente del país, un entierro de un rapero de moda, una manifestación violenta ( el mejor momento del libro) y una amenaza real hacia su persona. Palabra de gorila guardaespaldas.
Y tiene hambre. Nos quiere comer a todos y luego sentirse humano contemplando su edificio y nuestro suelo.
Todo en un día, como el Ulises de Joyce. Todo sucio, como el Nueva York de Travis. Todo viejo; Parker no entiende como no han desaparecido no sólo muchos objetos, sino la propia palabra que lo nombra. Todo con el toque DeLillo: poesía y barro, ruido y paz, crueldad y belleza. Precisión.
Todo profético:
Está escrita esta novela en 2003 pero ambientada en 2000, un año antes del ya se sabe qué. Ocho antes de ya se sabe qué. Y cuando ese ruido al otro lado de la limusina, esa mentira monumental, ese nihilismo de traje y Satie parece anticiparse a lo que tenemos ahora en nuestro saciado Occidente:
Una inmensa soledad.
Cuando muriese, no sería su fin. Sería el fin del mundo.
La calle era una ofensa a la verdad del futuro.
¿ Qué queda que valga la pena relatar ?
——
Ganador de la semana en el concurso Cuenta 140 de El Cultural, con el tema: la sombrilla.
Cada vez que salía al jardín del manicomio decía que el sol fue inventado para que la sombrilla se sintiera útil.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 17 junio, 2011| Leave a Comment »
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 16 junio, 2011| Leave a Comment »
Informe sobre ciegos se lee como una metáfora mundial y no sólo como un apéndice de Sobre héroes y tumbas.
Las metáforas de 224 páginas pueden provocar bostezos o suicidios en masa: no es el caso.
Este descenso a lo más oscuro de lo más oscuro se lee como un viaje mitológico cuyas etapas incrementan la desazón, la incomodidad, el puro placer literario por lo desconocido.
Asustan los ciegos de Fernando Vidal. Asustan sus cloacas y sus laberintos. Asustan sus conspiraciones y su zambullida ( siempre solitaria ) al inconsciente: no es difícil hablar de pesadilla cuando todo huele tan mal y cuando unos pájaros te sacan, como recreándose, tus dos ojos.
Asusta leer, en mayúsculas y en mitad del descenso, que no hay casualidades.
Asusta lo que en el fondo creemos, aunque sea mientras leemos, como verdad.
Cuando termina el libro o el sueño parece que lo que acaba de empezar, precisamente, es el libro, es el sueño. El surrealismo desbordado del vaso de la lógica…si es que alguna vez la tuvo Fernando Vidal.
¿Cuándo empezó esto que ahora va a terminar con mi asesinato? Esta feroz lucidez que ahora tengo es como un faro y puedo aprovechar un intensísimo haz hacia vastas regiones de mi memoria: veo caras, ratas en un granero, calles de Buenos Aires o Argel, prostitutas y marineros; muevo el haz y veo cosas más lejanas: una fuente en la estancia, una bochornosa siesta, pájaros y ojos que pincho con un clavo. Tal vez ahí, pero quién sabe: puede ser mucho más atrás, en épocas que ahora no recuerdo, en períodos remotísimos de mi primera infancia. No sé. ¿Qué importa, además?
———–
¿Vanidad post mortem? Tal vez: la vanidad es tan fanstástica, tan poco «realista» que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
¿Una especie de prueba de la inmortalidad del alma?
—–
Así como en las manchas de humedad Leonardo no inventaba rostros y seres mosntruosos sino que los «descubría» en esos laberínticos reductos, así tampoco debe creerse que mi imaginación ansiosa y mi pavor me hacía oír rumores significativos de apagadas voces, de ruegos, de aleteo o chillido de grandes pájaros.
—-
Y yo, místico de la Basura y del Infierno, puedo y debo decir: ¡CREED EN MÍ!
—-
Finalista de Cuenta 140, con el tema: La sombrilla. Con estos cuatro microrrelatos:
Plantó la sombrilla en la Gran Vía. «Si los agoreros no fallan, el mar no tardará en llegar», pensó.
Cada vez que salía al jardín del manicomio decía que el sol fue inventado para que la sombrilla se sintiera útil.
Cuánta mierda bajo mi sombrilla, empezando por ti y acabando por lo que yo escribo: ni el mar nos limpiará.
Cuando la profesora les pidió que hicieran un dibujo sobre sus vacaciones, ella pintó una sombrilla cerrada chorreando lágrimas.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 14 junio, 2011| 3 Comments »
Goya. Capricho Nº39
—-
Grapó sus ideas como le decía su padre que grapara los trabajos escolares: con fuerza y sin pensar.
Y salió a la calle. Nada pudo hacer el viento para soltar sus ideas. Nada los tropiezos que la calle le daba. Siguieron bien grapadas cuando los coches y las obras rugieron a su lado.
Tomó un café, leyó la prensa, vio los yates rumiar en el puerto y a los niños corriendo a casa. Y las ideas seguían allí, firmes sobre sus ojos, como sus antiguos trabajos escolares. Y cuando ojeó escaparates y libros rusos. Y cuando el sol se perdió sin avisar.
Le atracaron en el portal de casa con la luna de testigo, apoyada en dos nubes. Les dio el poco dinero que llevaba y se le pasó el susto. No se fueron tampoco entonces sus ideas: se las tocó para confirmarlo.
Subió a casa como siempre, por las escaleras.
Abrió la puerta, se descalzó y entró al baño. Se lavó la cara y se miró al espejo. Fue entonces cuando algo cambió. Ni rastro de la grapa. Ni rastro de sus ideas en su cabeza. Se habían dispersado por el suelo y desaparecieron como desaparecen las sombras cuando se apaga la luz. Se había convertido él, sin saber cómo, en un ciudadano decente.
Ahora le llaman de usted, le miran a los ojos. Y ella le acaricia las manos como acaricia a su perro o a sus vestidos nuevos.
Él no para de vomitar en sueños y de llorar en la ducha.
Tendríais que verlo.
C.D.G
Ganador de la semana del concurso Cuenta 140 de El Cultural. Quinto libro en camino. En esta ocasión por escribir, con el tema de La Feria, lo siguiente:
Se acercó llorando a la caseta y le dijo al autor: su novela es más triste en persona.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 10 junio, 2011| 2 Comments »
Fotografía de Robert Frank.
—
Estoy leyendo Informe sobre Ciegos, de Sabato (esdrújulo sin tilde). Maravillado estoy. Tanto que temo acabarlo. Hay tanto que morder y tanta tripa revuelta…
Aquí va un filete del inmenso toro que es este «informe»:
Siempre me preocupó el problema del mal, cuando desde chico me ponía al lado de un hormiguero armado de un martillo y empezaba a matar bichos sin ton ni son. El pánico se apoderaba de las sobrevivientes, que corrían en cualquier sentido. Luego echaba agua con la manguera; inundación. Ya me imaginaba las escenas dentro, las obras de emergencia, las corridas, las órdenes y contraórdenes para salvar depósitos de alimentos, huevos, seguridad de reinas, etcétera. Finalmente, con una pala removía todo, abría grandes boquetes, buscaba las cuevas y destruía frenéticamente: catástrofe general. Después me ponía a cavilar sobre el sentido general de la existencia, y a pensar sobre nuestras propias inundaciones y terremotos. Así fui elaborando una serie de teorías, pues la idea de que estuviéramos gobernados por un Dios omnipotente, omnisciente y bondadoso me parecía tan contradictoria que ni siquiera creía que se pudiese tomar en serio. Al llegar a la época de la banda de asaltantes había elaborado ya las siguientes posibilidades:
1.° Dios no existe.
2.° Dios existe y es un canalla.
3.° Dios existe, pero a veces duerme: sus pesadillas son nuestra existencia.
4.° Dios existe, pero tiene accesos de locura: esos accesos son nuestra existencia.
5.° Dios no es omnipresente, no puede estar en todas partes. A veces está ausente ¿en otros mundos? ¿En otras cosas?
6.° Dios es un pobre diablo, con un problema demasiado complicado para sus fuerzas. Lucha con la materia como un artista con su obra. Algunas veces, en algún momento logra ser Goya, pero generalmente es un desastre.
7.° Dios fue derrotado antes de la Historia por el Príncipe de las Tinieblas. Y derrotado, convertido en presunto diablo, es doblemente desprestigiado, puesto que se le atribuye este universo calamitoso.
——————-
Por otro lado, vuelvo a estampar aquí los microrrelatos que me han pasado a la final en Cuenta 140. El tema de esta semana: La Feria.
Se acercó llorando a la caseta y le dijo al autor: su novela es más triste en persona.
——-
En la feria de la mentira sólo era sincero el tiempo.
——-
Decidió cobrar entrada para la feria de su hogar: nadie lloraba como su madre, nadie usaba el cinturón como su padre.
——-
Tras dos horas de cola le pidió que firmara su acta de defunción, por el bien de la literatura.
Posted in Literatura, música, cine, pintura, opinión personal, naderías. on 8 junio, 2011| Leave a Comment »
Fue Kierkegaard, que tantas veces salvó a Faemino, el que dijo que la vida se vive hacia delante pero se comprende hacia atrás.
Pues Martin Amis, como si hubiera leído a Kierkegaard, se remanga, se asoma a la ventana y se propone dar la vuelta a todo. A todo.
Hola, soy Martin y voy a dar la vuelta a todo.
Cuenta, no la vida, sino el mundo hacia atrás. Un médico agoniza en una camilla y de ahí vive, rejuvenece hasta su nacimiento. Y el mundo le sigue. Y todo viene de la basura o del fuego (las uñas, los restos de comida, las cartas); y conocemos a las personas teniendo una confianza que perdemos con el tiempo; y son los excrementos los que entran en nosotros. Y las conversaciones empiezan con un Hasta Luego. Y los médicos no curan: dañan. Y recibimos dinero por ir al restaurante a dejar comida, por ir a la tienda a entregar un producto. Y todo es cada vez más barato. Y los carteles enseñan fotos de una guerra que pasará.
Etcétera.
Podría ser una ingeniosa sucesión de anécdotas. Pero hablamos de Martin Amis, de profesión: provocador con talento, alumno de Bellow y Nabokov. Su lenguaje crudo, su sátira monumental, su predilección por las cloacas del ser humano (drogas, violencia, mediocridad), su humor más negro que el futuro, su lenguaje de ahí afuera (vamos, que no es Proust) y su maestría para el ritmo literario…Todo lo pone en La flecha del tiempo, aunque no sea la bomba que es Dinero, al servicio de esta historia que demuestra que si hacia delante la vida tiene poco sentido, hacia detrás tampoco lo tiene. Salvo en medio del terror nazi, en los campos de concentración, donde el médico puede por fin curar y el mundo tiene alguna lógica . Pensadlo y temblad.
No es la primera vez que Amis se aleja de las calles de Londres o Nueva York para pegar un salto mortal y meterse en las entrañas del horror de Stalin (La Casa de los Encuentros, Koba El Temible, y su maravilloso libro de memorias Experiencia) del islamismo radical (su libro de ensayos El Segundo Avión, del que sólo he leído fragmentos, consiguió que muchos le pusieron a parir, otra vez) y de Hitler.
Esta vez desmonta, aunque no del todo, la cita de Kierkegaard. Esta vez muestra ese mismo horror, pero rompiendo la línea del tiempo. Y si no la rompe, la desvía, la lleva hacia atrás, desde otro comienzo hasta otro fin. Da igual: sigue diciéndonos Martin que estamos solos, vayamos de espaldas o no, en esta montaña rusa donde, como dijo él en la entrevista antes enlazada ( parir), «el sentido común se ha vuelto subversivo».
Podrás estar o no de acuerdo con él. Pero tiene una voz y sabe usarla. No podemos decir todos lo mismo.
Y unos narradores, marca de la casa, que hablan con el lector, les guiñan el ojo, les ponen en situación. Narradores que piensan en voz alta, aunque sea para decir que la lluvia de hoy le ha jodido su nuevo peinado. Lo dicho: tiene a Nabokov en su altar.
Muchos lo llaman niño malo. Yo lo llamo escritor.
Todos, diria yo, estamos construidos con materiales de mala calidad.
Lo pequeño no siempre es hermoso. Pero lo grande es la locura.
De La flecha del tiempo.
Un ejemplo de lo dicho, de Dinero:
La memoria es muy graciosa, ¿verdad? ¿No están de acuerdo? Yo tampoco. Jamás me ha divertido la memoria, y a medida que voy haciéndome mayor, menos graciosos me parecen sus chistes. Es posible que la memoria no cambie, pero conforme van pasando los días cada vez tiene menos que registrar. Me parece que mi memoria está en forma. Lo único que pasa es que mi vida me parece cada vez menos memorable. ¿Te acuerdas de dónde dejaste las llaves? ¿Y por qué tendría que acordarme? ¿Te acuerdas de aquel día en la bañera? ¿Te lavaste también los dedos de los pies? (Qué aburrido es echar una meada, sobre todo después de las mil primeras veces. Fíu, que rollo, ¿no?) Ya no consigo recordar ni la mitad de las cosas que hago. Pero tampoco hago gran cosa.»
«Puse en marcha de inmediato mi sistema para curarme las gripes por la vía rápida. Te metes en la cama, te envuelves con muchas mantas, y te bebes una botella entera de scotch. Técnicamente suele bastar con media botella, pero quería asegurar el resultado.»
Y por penúltimo, una curiosidad que he encontrado relacionada con La flecha del tiempo:
http://www.youtube.com/watch?v=R9BgtSAoNJ8
—
C.D.G
There are times that walk from you like some passing afternoon
Summer warmed the open window of her honeymoon
And she chose a yard to burn but the ground remembers her
Wooden spoons, her children stir her Bougainvillea blooms
There are things that drift away like our endless, numbered days
Autumn blew the quilt right off the perfect bed she made
And she’s chosen to believe in the hymns her mother sings
Sunday pulls its children from their piles of fallen leaves
There are sailing ships that pass all our bodies in the grass
Springtime calls her children ‘till she let’s them go at last
And she’s chosen where to be, though she’s lost her wedding ring
Somewhere near her misplaced jar of Bougainvillea seeds
There are things we can’t recall, blind as night that finds us all
Winter tucks her children in, her fragile china dolls
But my hands remember hers, rolling ‘round the shaded ferns
Naked arms, her secrets still like songs I’d never learned
There are names across the sea, only now I do believe
Sometimes, with the windows closed, she’ll sit and think of me
But she’ll mend his tattered clothes and they’ll kiss as if they know
A baby sleeps in all our bones, so scared to be alone.