Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for junio 2013

Paul McCartney in disguise during the filming of A Hard Day’s Night in London, England, 1964. Photo by David Hurn.

Fotografría de David Hurn. Londres, 1964. Rodaje de A Hard Days’ Night. Recreación, a medias, de un tsunami que arrasó el mundo.

¿Hay que esperar a que sea, como es, su cumpleaños, para traducir una canción suya?

¿Es fácil elegir, no digo una canción, sino cincuenta?

¿Es posible calibrar en medidas humanas lo que este hombre (y esos otros, ¿cómo se llaman? ¿John? ¿George? ¿ Ringo? ¿Otro George?…) representa para la vida y oídos de este humilde ser que os habla?

¿ Hace falta responder a estas preguntas?

Hoy me ha venido ésta como podría haber elegido otra de hace cuatro años, hace treinta, o pasado mañana.

ELEANOR RIGBY

Ah…mira a toda esa gente solitaria.

Ah…mira a toda esa gente solitaria.

Eleanor Rigby recoge el arroz en la iglesia 

donde ha habido una boda.

Vive en un sueño.

Espera en la ventana,

llevando puesta la cara que guarda en un jarrón junto a la puerta,

¿Para quién es?

Toda la gente solitaria…

¿De dónde vienen?

Toda la gente solitaria…

¿A dónde pertenecen?

El padre McKenzie escribe las palabras de un sermón

que nadie oirá.

Nadie se acerca.

Mira cómo trabaja,

zurciendo sus calcetines en la noche

cuando no hay nadie allí.

¿Qué es lo que le preocupa?

Toda la gente solitaria…

¿De dónde viene?

Toda la gente solitaria…

¿A dónde pertenece?

Ah…mira a toda esa gente solitaria.

Ah…mira a toda esa gente solitaria.

Eleanor Rigby murió en la iglesia

y fue enterrada junto a su nombre.

Nadie acudió.

El padre McKenzie se sacude la tierra de sus manos

mientras se aleja de la tumba.

Nadie fue bendecido.

Toda la gente solitaria…

¿De dónde viene?

Toda la gente solitaria…

¿A dónde pertenece?

—————————————————————-

Autor de letra y música: Paul McCartney.

Arreglo de cuerdas: George Martin. Claro.

Tony Gilbert, Sidney Sax, John Sharpe, Jurgen Hess:Violines
Stephen Shingles, John Underwood:Violas
Derek Simpson, Norman Jones:Violonchelo

John Lennon, George Harrison: coros.

Grabada entre Abril y Junio de 1966.

Nuestro hombre tenía 23 años.

Esta canción tiene una historia curiosa, o varias, dentro y detrás de ella.

Investiguen. O pregunten. O callen.

C.D.G

Read Full Post »

FACE TO THE HIGHWAY

Me voy lejos (x4)

La cuna quiere un bebe.

La cocina quiere una sartén.

El corazón quiere un cierto tipo de amante, si puede.

El océano quiere un marinero.

La pistola quiere una mano.

El dinero quiere un derrochador

y la carretera quiere a un hombre.

Doy la cara  a la autopista…(x3)

y te doy la espalda a ti.

El diablo quiere un pecador.

El cielo quiere un pájaro.

La mesa quiere una cena

y los labios quieren una palabra.

El vaso quiere un vino.

El puño quiere herir.

El reloj quiere el tiempo

y la pala quiere trabajar.

Doy la cara  a la autopista…(x3)

y te doy la espalda a ti.

Me voy lejos (x4)

El carbón quiere al minero.

El soldado toma una posición.

Los muros de la prisión quieren a un hombre solitario.

La ventana quiere una cortina.

El arado quiere la tierra.

El anillo de diamantes quiere encajar en el dedo de su mano.

Doy la cara  a la autopista…(x3)

y te doy la espalda a ti.

Me voy lejos (x4)

Read Full Post »

De vez en cuando me aburro de leer junto a la piscina y de tocar el piano del salón principal, así que bajo al sótano, me acomodo en mi sofá Chester marrón y me tomo un Dalmore deleitándome en lo que me regala el mueble: el secreto de mi vida, lo que  más satisfacciones me ha dado. Cómo me tranquilizan, cómo dan razón a lo que soy… Todos viven más y mejor ahora, conmigo, que cuando pasaban sus años anclados a un rostro extraño, a una existencia que no eligieron. ¡Dónde mejor que aquí! El cine ha hecho mucho daño. Y es que a nadie con corazón puede resultarle frío, desagradable y ¡condenable!  verlos bailar en esos frasquitos de dos en dos y llenos de un azul celestial,  con tanta elegancia y dignidad, buscando en mis ojos lo que yo encuentro en ellos: la posibilidad de una historia; la que no tuve con la mujer que no quiso mirarme nunca.

C.D.G

Eva, Madreselvarebelde, me pidió que escribiera sobre algo íntimo de mi vida.

Muchas gracias, Eva.

Read Full Post »

(Ya se sabe que traduttore traditore)

NUESTRO AMIGO EN COMÚN

Por mucho que lo intente

no puedo quitármela de la cabeza;

y cuando duermo, la visualizo.

La vi en el pub,

la conocí más tarde en la discoteca.

Un amigo en común nos presentó.

Hablamos del ruido

y de lo difícil que es escuchar tu propia voz

por encima de los ritmos y los bajos.

Hablamos y hablamos durante horas,

hablamos en el asiento de atrás del coche de nuestro amigo

mientras íbamos a su casa.

En el sofá de nuestro amigo

me dijo que de verdad le gustaba.

Y yo dije: ¡Genial!; el sentimiento es mutuo.

Pusimos viejos vinilos

y dije que era como la banda sonora de nuestras vidas.

Y ella dijo: Es verdad, no es algo raro.

Luego, a solas, bailamos,

parecía que no podríamos mantener nuestro equilibrio:

una neblina borracha se puso sobre nosotros.

Nos hundimos en el suelo

y cantamos una canción que ya no puedo cantar nunca más.

(en la versión en directo que aquí adjunto, dice, en realidad:

El sol ya no va a brillar más. O lo que es lo mismo: El estribillo de una obra maestra de su admirado Scott Walker y los Walker Brothers).

Y luego nos besamos 

y nos quedamos inconscientes.

Me desperté al día siguiente

Solo excepto por un dolor de cabeza.

A duras penas busqué el aseo,

pero todo lo que encontré fue a ella

abrazada por otro amante.

Él ya no es…nuestro amigo en común.

Autor de letra y música: Neil Hannon. The Divine Comedy.

Traducción: C.D.G

Video: (magnífica realización). Programa de Jonathan Ross.

Read Full Post »

Recuerda su dorada carrera.
Su mansión mellada
aplaude cicatrices.

C.D.G

 

Read Full Post »

Somos los amos cuando hacemos del mundo un baño sucio con el pestillo echado. El paso de cebra que llena el espejo nos lleva al otro lado de la calle, allá donde vosotros nunca llegaréis.

C.D.G

Fotografía: García Alix

Read Full Post »

-Tócalo- me dijo

-Paso- le dije.

-¡Tócalo!- me dijo, esta vez gritando.

-Paso- le dije, esta vez temblando.

El resto ya lo saben los más veteranos de esta calle: con ayuda de otros, me ató a una silla con varias cuerdas y, con otra, ató mis manos y  las puso sobre una mesa. Primero las destrozó a martillazos, a mordiscos y a cuchilladas; después se tomó casi todo el tiempo del mundo  para cortármelas. En mitad de su trabajo, como entenderán, me cansé de gritar y de llorar y me desmayé.

Por eso les pido, les ruego, casi les ordeno, que no digan nunca en voz alta ni con la evidencia de su lenguaje facial que les resulta molesto y les produce tiricia, dentera, como lo llamen. Disimulen, sean fuertes y aprendan a querer la piel del melocotón y no solo  su sabor.  En la AAPM no se andan, como acaban de escuchar, con chiquitas. 

Y sin más, y deseándoles un feliz día en esta ciudad ya veraniega, les agradecería que me dejaran una monedita para echarme algo a la boca.

C.D.G

Paloma Hidalgo me pidió que hablara de la piel de un melocotón.

Muchas gracias, Paloma.

Read Full Post »

Simplemente quería mojarse con las películas que le decían algo. Y vaya si lo hizo. El productor con más ojo de la historia del cine español nos ha dejado con las mejores películas de Saura y León de Aranoa, con el imprescindible retrato de una familia de poetas y derrumbe y paneros a pelo (El Desencanto, de Chavarri: nunca me cansaré de verla) y con dos joyas (no es una metáfora) para los sentidos: El Espíritu de la Colmena y El Sur, película inacabada ( ¿acaso no lo son las mejores obras?) que supuso la separación entre el gran Erice (¿dónde estás, más allá de cartas de imágenes?) y el productor.

Posiblemente querría ser recordado por un gol, pero lo será por lograr que grandes directores pusieran en marcha grandes obras de un cine que fue, es y será.

Read Full Post »

 

Carmen dice que es porque tiene hambre. Lucía que tiene un sueño que se cae. Tanta ignorancia me convierte en una mujer arisca: las echo de casa. ¿Y la cena? ¿Y el helado de chocolate con cookies? Otro día, chicas. 

Por fin solas. Sigue llorando. Quito la música, apago el horno y me acerco a la cuna. La cojo en brazos, me siento en el sofá y beso su pequeña frente templada. Me mira como se miran las cosas que no necesitan explicación, pero sigue llorando. Acaricia con una mano su nariz y, con la otra, la mía. Le digo que la quiero y me contesta mirando la lámpara del techo. Su rostro se aligera, su llanto deja de sonar y sus lágrimas se pierden en algún lugar de sus rosadas mejillas. Parece que me regala una sonrisa.

No sé cuántos minutos pasan hasta que cierra los ojos y se sume en uno de esos sueños que los adultos jamás entenderemos. La devuelvo a la cuna, la beso de nuevo y apago la luz. Regreso al sofá y miro entre tinieblas el techo, la lámpara. Lloro.

Nadie vendrá a besar mi frente, a acunarme y a llevarme de la mano hasta que cierre los ojos y me olvide de que la felicidad y la tristeza son, a veces, lo mismo.

C.D.G

David Moreno me pidió que escribiera sobre el llanto de un bebé.

Muchas gracias, David.

Read Full Post »

No sabe cómo ha llegado hasta aquí: restos de un muro de piedra que se pierden a la derecha y a la izquierda. Le bastaría con dar un pequeño salto para atravesarlo, pero tiene ante sí un portón de madera vestido de amarillentas hojas administrativas que catalogan el lugar como Cerrado Por Abandono. Lo abre y el portón se cae. En cuanto lo cruza, el muro resucita, se hace fuerte, se come a la puerta y crece a una altura inconcebible para el ojo humano.

Traga saliva, tiembla y trata de entender, dando unos pasos al frente, dónde se encuentra. No diría que hay calles, no diría que hay barrios, no diría que hay vida ni muerte. Diría que todo es blanco salvo el muro y su traje. Todo: el cielo, si lo hubiera; el suelo, si lo hubiera; el horizonte, si lo hubiera. Ya no tiembla: llora

Vuelve a mirar atrás. Vuelve al muro. Lo golpea, lo grita, lo insulta. Se derrumba (él, no el muro, por dios). Deja caer su cuerpo y se sienta apoyado en él. Hay recuerdos que uno cree perdidos y que vuelven en los momentos y lugares más inesperados. Él recuerda ahora a su madre diciéndole a la hora de la luna que cuando se sintiera perdido y con miedo, cerrara mucho, mucho los ojos y los tuviera así durante cien segundos porque, al abrirlos, todo se solucionaría. Ahora, treinta años después, prueba suerte.

Cierra los ojos.

Cuenta hasta cien.

Abre los ojos.

Nada. Todo sigue siendo blanco. Todo sigue siendo nada.

O no. El lugar se llena de golpe. Es abrumador, es imposible, es real. Como en un desfile, pasan frente a él, llenos de color, un orondo coronel ensangrentado llamando al Horror, un par de detectives salvajes, un ataúd con una madre que es un pez, un taxi hecho de periódicos, un espíritu de aire, un retrato que envejece a cada paso, un monstruo de ojos verdes, una cabeza de caballo, una magdalena mordida, un señor que preferiría no hacerlo, un niño espiando a una niña bailando ballet, un esqueleto con espada, una ascensorista jugando a las cartas con un oficinista, un amigo que un día fue común, un androide paranoide, un charnego en moto, un vagabundo comiendo una bota, una pareja frente a dos cervezas, un hombre de ningún lugar junto a una dama de ojos tristes, un director de cine con látigo, otro fumando un puro que sostiene un pájaro, la Muerte con un tablero de ajedrez, un desesperado con búhos y murciélagos sobre su cabeza, un eterno etcétera (y no exagero) de personajes más y él mismo, nuestro hombre, junto a todos ellos, mirando sin dejar de caminar a su otro yo maravillado que sigue sentado junto al muro. Se miran, se sonríen, se saben los dos poseedores del misterio de las cosas que se entienden perfectamente.

Sigue sin saber cómo ha llegado hasta aquí, pero tiene la certeza de que ahora sí podrá tirar el muro, volver a construirlo, perderse, encontrarse, vivir y morir todas las veces que quiera en las ciudades que invente el arte; es decir, todos nosotros.

C.D.G

Gracias, Rosa.

Read Full Post »

« Newer Posts - Older Posts »