El auxilio que pidió se petrificó en la espera.
Hoy se ha convertido en una atracción del horror. Sin un Arbeit macht frei, pero con un impacto igual de palpable para todos aquellos seres perdidos que lo visitan y lo rozan temiendo convertir sus vidas, sus deseos y las lágrimas que se enjugan antes del click de una fotografía de recuerdo, en esa roca del tamaño de una voz en grito que sigue esperándonos.
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C.D.G