8 «poemas» breves de breve alcance ( ¿y mis relatos?, se pregunta mi harta musa coja).
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La escarcha de los esqueletos
despierta nuestro paisaje,
enciende una mecha enterrada.
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La sangre huele a despedida
y galopa con ojos de sable
hasta la derrota de un latido.
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Driblo la piel que abre a mordiscos
la boca que se eriza
sobre el campo de batalla del parquet.
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El último verso llegó a la trinchera
herido de barro y entrañas.
Pero algo se arrodilló en silencio.
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Mírate en el charco.
La cabeza abierta es tuya.
La sangre, de todos.
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Hurgo en tus ojos buscando la paz,
lo que no bombardean tus palabras.
Pero mis dedos solo se bañan en sangre.
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Todo el mar cabe
en el latido de la ballena
que despierta del sueño a Ahab.
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Hunden una cruz en las tripas de la batalla.
La sangre del país va a misa
o aprende a temblar de miedo.
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pues, perdona que te diga, los ojos de sable, la cabeza abierta, la boca erizada… todo llega bien dentro, hasta tocar tuétano, vamos, aunque sea por un instante, así que de breve alcance nada! grande, paisano
De un «pequeño» poema se puede sacar el germen de una gran historia.
Para mí tus palabras son de gran alcance, siempre.