La oferta

 

Orilla en lata

a mitad de precio

en el supermercado

de nuestro anochecer.

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Barro a barro

 

La pordiosera tarde es el tintero de estos versos.

Y gota a gota,

barro a barro,

hago un camino al llorar

huellas de piel y enjambre.

Y un grito se arrincona en las axilas de los edificios.

No hay alas que lleguen tan alto.

Aquí solo vuelan los suelos.

Y en los suelos duermen infinitas guerras

que despertaremos con un mordisco de nube.

Me juzgaré el primero

con los ojos de otro charco.

Y en la condena,

gota a gota,

barro a barro,

ondearé la bandera sin viento

de los hombres que acunan

la alabanza del ladrillo.

La noche ya asoma su patita

de fiera con hambre de mí.

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C.D.G

Fotografía: Gianni Berengo Gardin

 

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Las oigo

 

Vocales y consonantes. Las juntan, las espacian y creen que son palabras. Las oigo al otro lado de la pared. ¿Los miedos son una palabra? ¿Y las risas? Las oigo al otro lado de la pared. ¿Los disparos son palabras? Los oigo al otro de la pared. Por fin. 

Descuelgo el teléfono. La felicidad sí es una palabra. O lo parece. 

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C.D.G

Fotografía: Lee Friedlander

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Rascar la luna

 

Yo sé rascar la luna que otros miran. Pero los que la miran sonriendo no saben que la rasco. Ni saben que lo hago para que dejen de mirar a la luna para mirarme a mí. Y ahora la rascaré tanto que se hará trizas que caerán sobre todos ellos. Y desnucados, dejarán de mirar a la luna, pero seguirán sonriendo junto a una copa intacta que yo nunca sabré a qué sabe.

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C.D.G

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Balas en Dallas

 

En la primera guerra meridional sé que soñaste conmigo,
estaba pensando en invitarte a cenar y me pegaron un tiro.
La vuelta ciclista del 63 no la llegó a acabar nadie.
John Fitzgerald Kennedy quería saludar y eligió un descapotable.

Ya nadie cree en los cuentos de hadas,
qué pena que no haya ortopedias bonitas para las chicas guapas.
Es muy complicado dormir siempre a tu lado.
Qué pena que no haya ortopedias bonitas.

El record Guiness de escalar tu balcón no me duró una semana,
un equilibrista utilizó el ascensor y no contó como trampa.
Un seductor pidió la jubilación porque se había enamorado,
y yo me pregunto: ¿es pronto para decir qué haremos sin Marlon Brando?

Ya nadie llama a los tranvías Deseo.
Qué pena que no haya violadores políticamente correctos.
Es muy complicado dormir siempre a tu lado.
Qué pena que no haya violadores correctos.

Ya nadie llama a los tranvías Deseo.
Qué pena que no haya ortopedias bonitas para las chicas guapas.
Es muy complicado dormir siempre a tu lado.
Qué pena que no haya ortopedias bonitas.

Autor: MANOS DE TOPO

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La zanja

 

Tira los dados convencido. Y pierde, claro.

Y no llora hasta que vuelve a casa, claro.

No tiene un dólar.

Mañana volverá, de nuevo convencido. ¿De dónde saca los dólares? ¿De dónde las fuerzas para no llorar hasta que regresa a casa? 

Un día tirará los dados y no perderá: ganará, ganará, ganará. Nadie cerrará los puños como él.

Y llorará, como una novia feliz, hasta que llegue a casa. Pero ya no será su casa.

 

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C.D.G

Cuadro: Mednyánszky

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Esa nube

 

Esa nube, si yo fuera un niño, se parecería a algún animal salvaje.

Ahora solo sé que es un algo que contiene un algo que caerá sobre mí.

Y ese algo, si yo fuera un niño, caería sobre mi lengua y me lo tragaría.

Ahora solo sé que joderá mi  paseo por las afueras de mi sentido común.

Esa nube, si yo fuera un niño, sería yo.

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C.D.G

 

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Canción de cuna

 

Cada noche dormía junto a un vaso de agua con los dientes de una vieja distinta.

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C.D.G

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Tres

El día.

Hoja arrancada que sangra

una voluta de humo

que tose

una vieja felicitación.

El día. 

Frase invisible que sangra

cinco sílabas sin tinta

que apagan

la hoja arrancada del día.

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C.D.G

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