Sumérgete, querido compatriota, en el charco de mis alas. Y cuando estés bien mojado vuela hacia mí si puedes. Abre si puedes la boca y discursea botellas y rómpelas en mi cabeza. Y haz de mi sangre un himno y del himno un grano de arroz y escribe en ese grano de arroz la historia de nuestro país. Y haz de nuestro país un mar de sangre.
Y cuando me haya desmayado de dolor no hagas nada por mí. Deja el trabajo limpio a los buitres de ahí arriba.
Quiero que entonces te alejes, volando si puedes, silbando una canción de The Kinks. Silba fuerte, hasta el dolor. Y que el viento, las nubes y los 40 principales se rindan al huracán de tus labios y que todo sea esa canción de The Kinks, una y otra vez.
Y otra vez sumérgete, querido compatriota, en la arruga de algún sueño. Y cuando roces el inevitable grito corre hacia tí si puedes. Cierra si puedes la boca y sermonea la historia de nuestro pais, la del grano de arroz. Nadie te oirá. Todo es una canción de The Kinks. Pero leerás con aflicción la conquista de los Suerfos, la Guerra de los Tres Segundos, la dictadura de los cerebros vacíos. Y al terminar nada habrá terminado, porque te seguiré ordenando, con amabilidad y desde mi muerte, que te sumerjas cien, mil veces. Sin fin vivirás en el absurdo o en la sensatez que yo decida. No me canso de pedir porque siempre lo tuve todo, querido compatriota.
C.D.G
¿ De verdad son los Gallagher los hermanos con más talento del pop?Por favor…Ray Daves y sus composiciones, Dave Daves y sus guitarras. Mamma mia, qué gustazo.
No me perdono el hecho de conocer, hasta hace unos meses, sólo la decena de canciones más conocidas de The Kinks ( Sunny Afternoon, You Really Got me, Set me free, Lola, Waterloo Sunset, etc). Son un grupo maravilloso, sobre todo en los musicalmente irrepetibles sesenta, pero también más tarde. Merece la pena rascar tras la superficie conocida de The Kinks, The Zombies…
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